En Un cadavre exquis II , Pau nos habla de él, de su vida, su familia y esas cosas que le mueven, que van desde su carrera como competidor de bailes de salón, pasando por el jazz moderno y hasta llegar a formar parte de la compañía de Pina Bausch en Wuppertal. Al mismo tiempo su cuerpo,
sintiéndose aludido, no describe esas situaciones sino que baila, en apariencia libre,
las emociones que le producen.